La apertura de la sección de cultura del Heraldo iba de libros enriquecidos, un tema que no termina de entrar pero que revolucionará la literatura. No lo digo como progresista o defensor de las nuevas tecnologías. Mi sueño sigue siendo tener una biblioteca personal, con estantes de madera y una pequeña escalera móvil para llegar más alto. Los libros enriquecidos aportan algo nuevo. Mantienen el placer de leer, pero le agregan la interactividad, la escritura y lectura no lineal. Son como un videojuego.
Es difícil saber hasta dónde llegarán o hasta dónde deberían llegar para no alejarse de eso, porque no podemos pretender que leer una novela sea como ver una película, o ver un filme sea como jugar un videojuego… Son dudas y puntos que habrá que resolver.
De momento, me siento bien por introducir una temática de vanguardia al Heraldo, que sin metas ni bombas ni nada –digo que no hay truco en el código fuente- se ha colocado por pura fuerza en la segunda página de una búsqueda sobre libros enriquecidos en Google.es.

Dejo este ejemplo y aconsejo visitar Vook.com, donde se pueden encontrar ejemplares gratis. En mi Issuu, además, colgaré mañana el PDF, porque también tengo un corte sobre metaentretenimiento. Incluye a Enjuto Mojamuto…