Felicidades mamá

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Desde que nació mi mamá se dio cuenta que una madre es todo. Ella no tuvo papá, pero tuvo dos madres, su abuela y mi abuela. Salvo cocinar, de ellas dos aprendió todo lo que conlleva el oficio: trabajar, cuidar, amar, enseñar, educar, castigar… Esto último lo hacía tan bien que no tenía ni que hacerlo. Nunca me castigaba, pero al verla después de cualquier día de esos que has hecho todo mal… Sabía que en algo le había fallado. Bien en el fondo una mirada suya me decía cuándo no podía salir de la casa, tenía que estudiar más o portarme mejor.

Nunca me dio una cachetada o similares y sólo una vez me gritó fuerte. Recuerdo exactamente cómo fue el chillido y no porque estuviera asustado o preocupado, lo recuerdo con dolor porque me di cuenta que siendo malo le había hecho mucho daño. Y debo confesar que sigo aplicando los consejos que me dio cuando tenía 15 ó 16 años. Ella me los sigue recordando en sus diversos emails.

Mi mamá ha estado en casi todas mis alegrías, en mis partidos, celebrando el premio literario, en mi graduación y a la distancia tuvo más nervios que nadie el día que fui papá por primera vez. A la segunda aprendió la lección y la tuve bien pegadita a mí durante todo el proceso.

Ellá, la pitas y mi abuelita han sido las mujeres más bonitas de mi infancia. Las que me enseñaron a ser cariñoso y a valorar el esfuerzo que requiere criar a un hijo. Esto lo he conseguido ver mucho años después y ahora lo redescubro con la Nat: en los ojos de mis enanos veo a diario ese amor que siente uno por su mamá.

Feliz día madre :)

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