Arranco

Un día me enteré que Andrés Neuman visitaría Zaragoza. Entonces aún no conocía su amistad con los aragoneses y me entusiasmé, pensaba que era algo que no se repetiría. Le pedí a mi jefa que me dejara entrevistarle y lo conseguí. A pocas (dos o tres) personas les he pedido un autógrafo. Nunca mientras trabajaba. Pero con Neuman no lo pude evitar, y aunque me costó lo suyo, le pedí una firma. «Porque el norte es el sur que es el norte», me escribió. Arriba, la fecha, y un «en nowhere land, Zaragoza», por aquello de ser latinoamericanos que vivimos en la Península. 
Antes me habías tocado el tema en la entrevista y me sentí identificado. Unos meses antes, me contó, él había visitado mi país y se trajo muchos recuerdos. También se trajo memorias de Roque. De allí, de su descripción de un mundo que compartimos, el nombre del blog, que no tiene otro propósito para mí que el escribir por escribir. Para dejar huella, aunque se en medio de la nada.

El audio está por ahí, pero no lo he subido todavía. Pronto.

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